miércoles, 26 de agosto de 2009

LA CAZA DE BRUJAS: HISTORICA PESADILLA DEL HOLLYWOOD CLASICO




La intransigencia histórica del oscuro ‘mccarthysmo’



‘Buenas noches, y buena suerte’, la segunda película como director del actor George Clooney después de la estupenda ‘Confesiones de una mente peligrosa’ vuelve a centrarse en la historia de la televisión, ésta vez repasando uno de los episodios más oscuros y lamentables de la historia de los Estados Unidos y capítulo de advertencia histórica dentro de los fastos del S. XX. Se trata de la denominada ‘caza de brujas’ o ‘mccarthysmo’, una tramoya política impulsada por el senador republicano Joseph R. McCarthy que tuvo su origen en el origen de la Guerra Fría, con la división entre dos bloques; el capitalista, liderado por los Estados Unidos, y el comunista, encabezado por la Unión Soviética, iniciada tras el final de la Segunda Guerra Mundial, pero en realidad un ejemplo de contención ideológica y represión de libertad propugnada por el ‘New Deal’ de Harry Delano Roosvelt.

A finales de los años 40, la influencia del minúsculo partido comunista americano había despertado el temor de los intelectuales ideólogos de la época, así como en el mundo del cine, haciendo creer que dentro del movimiento se ejercían oscuros trámites ilegales, como aceptación de sabotajes, terrorismo, espionaje… El comunismo era un ignominia aterradora que había que combatir por todos los medios y eliminar la tendencia prosoviética que empezaba a proliferar en el mundo del cine, con películas ‘Days of glory’, de Jacques Tourneur o ‘Mission to Moscow’, de Michael Curtiz (centrado en las purgas de Stalin entre 1937 y 1938).



Para frenar la filiación comunista y la amenaza roja se creó la House of Un-American Activities Committee (Comité sobre Actividades Antiamericanas –HUAC-) en la Cámara de Representantes del Congreso, tutelado por el congresista Martin Dies, que proporcionó con su restricción de libertades un clima de sos¬pecha alimentado por la difamación y los rumores con la confección de las listas negras que propiciaron una terrible pesadilla de delaciones, pérdidas de empleo y hasta de la propia identidad que descubrió a unos pocos culpables en prejuicio de muchos inocentes, destruyendo la vida personal y profesional de miles de personas por el simple hecho de tener contactos con conocidos supuestamente vinculados al comunismo. Un clima de tensión patriótica y rasgos alusivos a la censura totalitarista y fascista que culminaría con la llegada del senador Joseph MacCarthy al frente del Comité de Actividades Antiamericanas, urdiendo un implacable y despótico sistema inquisitorial que vulneraba los derechos individuales en su obstinada persecución de la incursión comunista en Estados Unidos.

Antes del apogeo del ‘mccarthysmo’ (que tuvo su esplendor entre 1950 y 1953), uno de los episodios más célebres y funestos llevados a cabo por la HUAC fue la ‘caza de brujas’ que se llevó a cabo en Hollywood, donde el Comité sobre Actividades Antiamericanas presidida por J. Parnell Thomas obligó a firmar declaraciones juradas, produciéndose oscuras afirmaciones arbitrarias y dudosas delaciones de gentes atemorizadas por la supuesta 'amenaza global' del comunismo. Hollywood se dividió, creándose la Alianza para la preservación de los valores americanos, con una primera reunión en el Beverly Wilshire Hotel. Actores como John Wayne, James Stewart, Gary Cooper, Clark Gable, Ronald Reagan, Barbara Stanwyck, Ginger Rogers o directores como Leo McCarey, Cecil B. De Mille, Victor Fleming, Frank Capra o Walt Disney apoyaron la iniciativa anticomunista, mientras que otros, como Edgard G. Robinson, junto a Humprey Bogart y Lauren Bacall, promovieron el Comité para la Primera Enmienda para posicionarse en contra del HUAC, siendo acusados de rebeldía por parte de Parnell Thomas y un joven arribista llamado Richard Nixon.
  
En este caos de inculpaciones, aparecieron delatores que ofrecían nombres de simpatizantes comunistas. Jack L. Warner, Robert Taylor y Adolphe Menjou, Gary Cooper, Elia Kazan, Lee J. Cobb, Leo Towsend, cobardes soplones o simplemente amedrantados amigos del fascismo, hirieron gravemente al cine de la época con sus acusaciones, muchas veces infundadas, que llevaron a que diez miembros de Hollywood se negaran a declarar, por sus conexiones con la ideología comunista (los conocidos como ‘Los 10 de Hollywood’); el director Edgard Dmytrk, Adrian Scott (productor), los guionistas Alvah Bessie, Herbert Biberman, Lester Cole, Albert Maltz, Ring Lardner Jr., John H. Lawson, Samuel Ornitz y el director Dalton Trumbo, fueron repudiados por la industria y encarcelados durante meses. Incluso otros varios sospechosos como Dashiell Hammet, Robert Rossen, Joseph Losey, Jules Dassin, Charles Chaplin, John Huston, Orson Welles o Fritz Lang tuvieron que expatriarse a Europa o desaparecer hasta el final del ‘mccarthysmo’ por miedo a represalias políticas. Hasta 1953, más de 2.000 personas relacionadas con el mundo del arte, el cine, los medios de comunicación, la literatura y la ciencia fueron condenadas al ostracismo social y profesional. También destaca trágicamente la muerte de un derruido John Garfield a causa de la depresión que este evento histórico provocó por su postura izquierdista con sólo 39 años.

La cinta de Clooney ‘Buenas noches y buena suerte’ se centra, no obstante, en la caída de McCarthy, en el derrocamiento de la bestia totalitaria que abogó por la represión ideológica y la censura de la libertad democrática. Cuando en 1954, la provocación desafiante de un grupo de periodistas televisivos de la CBS encabezados por Edward R. Murrow en el programa ‘See It Now’ (junto a los históricos Fred Friendly y Joe Wershba), pusieron en duda la legitimidad de los métodos del senador y lograron destrozar la imagen pública de McCarthy presentándole cada día como “el hombre que atemorizaba a América”. George Clooney recupera una figura histórica algo postergada en la memoria que, a través de su reconocido riesgo por salvaguardar los ideales democráticos y priorizar la libertad de expresión hizo frente a las presiones corporativas y publicitarias para destapar las mentiras y las repugnantes tácticas falsarias perpetradas por McCarthy durante su ‘caza de brujas’ anticomunista que, tras dirigir sus acusaciones al Ejército durante el mandato de Eisenhower, fue destituido y repudiado a pesar de mantener el escaño político.



 
En su camino, el guionista de cine Martín Berkeley denunció a 162 compañeros, un antiguo alto cargo del Departamento de Estado, Alfred Hiss, fue acusado de ser un espía soviético y el matrimonio Julius y Ethel Rosenberg fueron imputados por pasar secretos atómicos a Rusia y, declarados culpables sin pruebas suficientes, condenados a muerte y ejecutados. Además de la HUAC, también colaboraban en desmantelar la acción comunista tres antiguos miembros del FBI y el periodista Vincent Harnett, fundador de los ‘red channels’, que destaparon 151 nombres más de personas involucradas en actividades subversivas o comunistas. Un ejemplo histórico de poder inquebrantable gracias al miedo sembrado de un lapso histórico que hay que rememorar para evitar caer en el tremendismo que aflora en la actualidad en Estados Unidos y que Clooney se ha encargado de revivir con una película nominada a seis Oscar de la Academia.

AUTOR: MIGUEL Á. REFOYO ‘REFO’ (UN MUNDO DESDE EL ABISMO)