TITULO: HERALDO DE MADRID
Tinta catalana para la II República Española.
Heraldo de Madrid fue el líder de la prensa republicana en España hasta
el fin de la Guerra Civil. Sin embargo, el conocimiento que se tenía
hasta ahora de su historia era más que sucinto. La incautación del
periódico, el exilio de sus propietarios y muchos de sus periodistas,
así como la cárcel que sufrieron otros, iniciaron una época oscura que
se prolonga hasta nuestros días. Este libro proyecta un poderoso haz de
luz sobre los veinte años anteriores a su fin y lo que emerge es el
fresco de un gran protagonista de la información y la cultura españolas
desde su versión más liberal y abierta al mundo. Ese fue el sello que
imprimió Manuel Fontdevila como director, capaz de llevar su osadía
periodística mucho más allá de la letra impresa y convertirse en un
popular personaje del Madrid republicano. A sus órdenes, Manuel Chaves
Nogales ejerció de jefe de una redacción en la que se formaron también
nombres conocidos como César González Ruano o Manuel del Arco. Otros que
pasarían al olvido en el exilio, como Juan G. Olmedilla o Carlos
Sampelayo. Colombine, la primera mujer periodista, fue habitual en sus
páginas, al igual que Valle-Inclán o García Lorca.
Heraldo de Madrid consiguió una enorme popularidad llegando a tirar 500.000 ejemplares a finales de 1935. Su liderazgo se basó en la estabilidad de la propiedad de los hermanos Busquets, industriales catalanes que apostaron por la construcción de un país plural, moderno y democrático mediante la influencia social de la prensa. Su historia merece ser conocida o, como afirma Miguel Ángel Aguilar en el prólogo, esta era una biografía necesaria.
Heraldo de Madrid consiguió una enorme popularidad llegando a tirar 500.000 ejemplares a finales de 1935. Su liderazgo se basó en la estabilidad de la propiedad de los hermanos Busquets, industriales catalanes que apostaron por la construcción de un país plural, moderno y democrático mediante la influencia social de la prensa. Su historia merece ser conocida o, como afirma Miguel Ángel Aguilar en el prólogo, esta era una biografía necesaria.
AUTOR : GIL TOLL (EDITORIAL : RENACIMIENTO)